Limpiador facial Sukin

Hola!

Desde hace bastante tiempo que veía esta marca australiana en distintas tiendas online y me llamaba mucho la atención porque es muy vegetal y respetuosa con el medio ambiente, y además tiene ese aire de sencillez que tanto me gusta. Sukin.

El primer contacto ha venido de la mano de su limpiador facial.

La marca lo describe como un limpiador suave que por un lado, limpia la piel del maquillaje y de la suciedad que se nos queda acumulado, pero sin retirar nuestra propia protección de aceites y agua, y además ayuda a calmarla con distintos ingredientes como la manzanilla, aloe vera, té verde y hamamelis.

Su lista de ingredientes: Water (Aqua), Aloe Barbadensis Leaf Juice, Cocamidopropyl Betaine, Decyl Glucoside, PEG-150 Pentaerythrityl Tetrastearate, Chamomilla Recutita (Matricaria) Flower Extract (Chamomile), Camellia Sinensis Leaf Extract (Green Tea), Hamamelis Virginiana (Witch Hazel) Extract, Glycerin, Macadamia Ternifolia Seed Oil, Rosa Canina Fruit Oil (Rosehip), Oenothera Biennis (Evening Primrose) Oil, Citrus Tangerina (Tangerine) Peel Oil, Citrus Nobilis (Mandarin Orange) Peel Oil, Lavandula Angustifolia (Lavender) Oil, Vanillin, Vanilla Planifolia Fruit Extract, Phenoxyethanol, Benzyl Alcohol, Limonene*, Linalool*. *Se encuentra de forma natural en los aceites esenciales.

De primeras tiene muy buena pinta.

Encontramos aloe vera, extractos de manzanilla, té verde, hamamelis, aceites de macadamia, rosa mosqueta, onagra y aceites esenciales de mandarina y tangor.

No vamos a encontrar nada de lo siguiente: sulfatos (SLS y SLES), fragancias sintéticas, derivados animales, fuertes detergentes, propylene glycol, colorantes artificiales, triethanolamine, aceites minerales, EDTA y parabenos. Aunque sí que encontramos el phenoxyethanol.

¿Qué cosas buenas podemos encontrar?

– Su resultado: no deja la piel tirante, y la sientes limpia, que respira y sin dejar residuo.

– Más. Necesitas muy poca agua para retirarlo, y no irrita los ojos ni los enrojece.

– Y la última. Es tan suave que puede ser válido para cualquier tipo de piel. En el envase mío indica de normales a grasas pero puede abarcar un mayor abanico de posibilidades.

¿Qué es lo que no me encaja?

– El más grande. Siendo un limpiador espumoso, en la práctica, con el rostro humedecido y usando los dedos, hace nada de espuma y con el masaje como que se incorpora a la piel.

El tema mejora mucho cuando lo utilizas con un cepillo facial, en mi caso es manual y muy sencillo, entonces con la fricción sí que aparece más espuma y la experiencia cambia muchísimo.

Tiempo después leí, a ver por qué no me informo antes de usar, que el limpiador se pone en las manos mojadas y se hace aquí la espuma, para luego aplicar en el rostro. Entonces sí hace más espuma (no muchísima) y el quid es que si te pasas de echar agua, el limpiador se encharca y no emulsiona, o lo hace muy poquito. Entonces en mi gusto personal, la forma de aplicarlo según la marca la encuentro un poco rollo.

Conclusión: el mejor modo para mí, con diferencia, es con el cepillo. Sin duda.

– El olor. Lo bueno es que es muy suave. Lo malo, me cuesta decirlo, pero me evoca al limón de producto de limpieza del hogar, y no me resulta un momento placentero. En el envase está indicado que no hay perfume sintético pero le falta incluir algún aceite esencial con un aroma más fuerte que aportara otras notas olfativas.

Tamaño y precio: el envase de venta son 125ml con un dispensador y cuesta unos 9€ en webs como Naturisimo o LookFantastic. Con lo que cantidad y precio están bastante bien.

¿Cuál es mi sensación final?

Siendo un limpiador correcto, y con muchos aspectos positivos, ha pasado sin pena ni gloria. Ni me gusta tanto como para comprar el envase grande, ni me gusta tan poco como para no recomendarlo. Me ha dejado indiferente.

Aloha!