Hola!
Soy muy perezosa para el uso de mascarillas faciales, me hago la remolona y ni siquiera las suelo tener en cuenta para comprar, ahora lo que son las exfoliantes faciales, son algo que me llama mucho la atención y que las disfruto mucho.
En este caso, probé la de Najel porque ya había probado su jabón de Alepo con aceite de oliva y laurel (no recuerdo el porcentaje) y estaba muy contenta con la experiencia. Y principalmente, su composición, vegetal y mineral es de lo mejor que me he encontrado, valorando también su precio.
¿Qué podemos encontrar en ella?
– Aceite de oliva bio (pos. 2) que es emoliente, nutritivo, regenerante, suavizante y antiinflamatorio.
– Distintas arcillas como Illite (pos. 3), Montmorillonite (pos. 7) y Kaolin (pos. 8) que por sus composiciones en distintos minerales son apropiadas para limpiar en profundidad la piel, además de otras propiedades como cicatrizantes, seboreguladoras y reequilibrantes.
– La exfoliación mecánica nos la ofrece a través de polvo del hueso de la aceituna (pos. 4), que es biodegradable y además, el granulado se mantiene en el masaje (no se deshace).
– Y 3 aceites esenciales como el lavandín (antiséptico, regenerador, calmante), el pomelo (antiséptico, refrescante, astringente) y el limón (antiséptico, reduce la producción de sebo).
En la práctica pasé por dos fases:
* En una 1ª que coincidió con los meses de marzo-abril, más época de invierno, y con la etapa más dura del confinamiento.
Me quedé un poco despistada porque no me gustaba nada. Notaba que era doblemente agresivo con la piel ya que por un lado, tiene el granulado con el polvo de huesos de aceituna y por otro, las distintas arcillas hacen un efecto astringente. Y también el olor, tiene unas notas de salida a barro-arcilla y al siguiente momento, a limón-pomelo (cítricos), con lo que me extrañaba, porque no tiene nada que ver uno con otro.
* En una 2ª, ya en mayo-junio, más época de primavera y en una etapa no tan dura del confinamiento.
He cambiado totalmente de sensaciones y de opinión, me ha fascinado. Sigo pensando que es intensa pero he conseguido hacer un momento SPA con ella, al principio como exfoliante y después me la dejo unos minutos a modo de mascarilla. Y el olor entonces me envuelve como si estuviera en un hamman.
Se retira muy rápido y fácil del rostro, porque la parte de la arcilla no llega a pegarse a la piel. Y el resultado que deja es de frescor, de limpieza, con una suavidad al tacto impresionante… me encanta.
Su formulación es: Aqua, Olea Europaea (Oliva) Fruit Oil*, Illite, Olea Europaea (Oliva) Seed Powder, Glyceryl Stearate, Cetearyl Alcohol, Montmorillonite (Arcilla Verde), Kaolin (Arcilla Blanca), Cetyl Alcohol, Sodium Lauroyl Glutamate, Stearic Acid, Lavandula Hybrida (Lavandín) Oil*, Citrus Paradisi (Pomelo) Peel Oil, Citrus Limon (Limón) Peel Oil, Benzyl Alcohol, Dehydroacetic Acid, Limonene, Linalool. *Procedente de la agricultura ecológica.
Donde el 99,4% del total de los ingredientes es de origen natural y el 20,3% del total de los ingredientes procede de la agricultura ecológica.
Precio: sus 75ml en páginas como bioferta.com lo venden, y lo compré, a 6.75€. Me parece muy económico.
Me ha encantado. Es para repetir.
¿Para recomendar? Creo que para pieles grasas puede ser muy interesante. Para sensibles, o con acné, intentaría que la parte de la exfoliación fuese muy suave, casi a modo de caricia.
Aloha!
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